Saturday, September 24, 2016

Generalidades

¿Qué son los drenajes?
Se denomina drenaje a los procedimientos y dispositivos utilizados para obtener la más eficaz evacuación de líquidos orgánicos de diversa naturaleza (sangre, pus, secreciones digestivas, exudados, orina, etc.) nocivos por su presencia, situación, naturaleza y/o cantidad. Se establece, así, un medio de salida al exterior de los mismos.
Un drenaje es aquella medida que permite y facilita la evacuación de una colección líquida, semilíquida o gaseosa, situada en un tejido o cavidad hacia el exterior del organismo. Dicha colección puede presentarse por múltiples motivos de tal manera que esta medida puede ser considerada terapéutica o profiláctica
El drenaje a utilizar se escogerá de acuerdo a las necesidades y la patología de cada paciente. Dentro de las características a escoger se encuentran: la rigidez del material, la presencia de perforaciones, el diámetro, el uso de presión negativa o de otros elementos que puedan facilitar el drenaje. De esta manera se impide el acúmulo de sustancias en el organismo, disminuyendo el riesgo de infección, fenómenos compresivos o de estasis local.
Habitualmente, se utilizan en los cuidados post-operatorios con el propósito de facilitar la salida de fluidos y evitar que la acumulación de éstos origine complicaciones.
Indicaciones del drenaje quirúrgico
Existen cuatro indicaciones para la implementación de un drenaje quirúrgico
1. Colapsar espacio muerto quirúrgico en áreas con tejido redundante (ejemplos: cuello, axila, etc.).
2. Permitir el drenaje de un absceso o un área quirúrgica infectada hacia
el exterior.
3. Alertar tempranamente sobre derrames quirúrgico (contenido
intestinal, secreciones, orina, aire o bilis).
4. Controlar el escape de líquido de una fístula establecida.
Clasificación de los drenajes
Según función
Dependiendo de su función los drenajes se pueden clasificar en profilácticos o terapéuticos.
- Profiláctico: tiene como objetivo la prevención de un posible acumulo de colecciones serohemáticas, purulentas, necróticas o gaseosas que puedan desarrollarse tras la cirugía. Se recurre a ellos en intervenciones quirúrgicas en las que ha existido gran disección de tejidos y estructuras, se prevé una considerable salida de exudado y se quiere disminuir el riesgo de infección, de igual forma, su uso está prescrito ante intervenciones donde la hemostasia ha sido dificultosa, o ante situaciones donde se evidencie una colección séptica en el lecho quirúrgico. Sin embargo, en la actualidad su uso está condicionado a las necesidades del paciente tomando en cuenta la utilidad en contra de las complicaciones derivadas de su uso.
- Terapéutico: su objetivo es la evacuación de colecciones líquidas o gaseosas, consideradas patológicas para el organismo, que se han formado antes de la intervención quirúrgica o en aquellas que se asocian con la presencia de líquido o gas anormal encontrada en un espacio del cuerpo relacionada con una patología de base. Por otra parte, puede ser utilizado para administrar diferentes sustancias, realizando tratamientos específicos (otro uso excepcional de ellos).
Según aspiración
- Pasivos: actúan por capilaridad o por gravedad.
- Activos: garantizan la salida del material mediante un sistema de aspiración.


















Cuidados de enfermería general
- Verificar permeabilidad y función cada 4 horas y SOS.
- Durante el postoperatorio se indica al paciente una posición adecuada para que el drenaje siga un trayecto declive. Por ejemplo: en el avenamiento de la celda tiroidea, el enfermo debe estar semisentado. En el drenaje del fondo de saco de Douglas, el paciente adoptará la posición de Fowler. En los drenajes por contrabertura sobre el flanco derecho, el paciente se acostará en
decúbito dorsal ligeramente inclinado hacia la derecha. En las incisiones longitudinales de los miembros, los drenajes se exteriorizarán por el extremo superior de la herida, de modo que, en el postoperatorio puede colocarse el miembro sobreelevado respecto del cuerpo.
- Es fundamental que el drenaje esté bien fijado a la piel, pues una brusca maniobra puede provocar su extracción.
- Cuidado de la piel: es importante que siempre que el apósito esté manchado por líquidos drenados se cambie. Si los líquidos drenados son irritantes se debe proteger la piel.
- Vigilar la zona de inserción y fijación del drenaje, la posible aparición de hemorragias e infecciones, así como también vigil aremos los cambios significativos en la calidad y cantidad del débito. „
- Realización de curaciones periódicas de la zona de inserción para evitar la infección de la piel
- „ Vigilar que el dispositivo colector este siempre situado por debajo de la altura del punto de inserción del drenaje para evitar reflu jos.
- Los apósitos que cubren los drenajes deben cambiarse con todas las precauciones asépticas para evitar que el punto de salida del drenaje se convierta en entrada de una infección exógena.
- Valorar características del contenido drenado en forma permanente, sobre todo si el paciente realiza alguna actividad (por ejemplo, levantarse a caminar).
El líquido drenado, color y cantidad tienen un gran valor puesto que informan sobre los fenómenos patológicos ocurridos en la cavidad abdominal (contenido intestinal en una dehiscencia de sutura, sangre en una hemorragia, pus en una infección). La cantidad debe ser medida y controlada para considerarla en la reposición de líquidos y electrolitos.
- Medición exacta en cada turno (cada 12hrs) o SOS para el BH.
- Si la cantidad de secreciones se reduce considerablemente se debe investigar si la sonda se ha obstruido o si se trata de un fenómeno normal. Para ello, observe el abdomen del paciente, en especial, compruebe si el perímetro abdominal aumenta o no. Si está indicado, realización de lavados con suero fisiológico a través del drenaje para evitar obstrucciones.
- El tubo puede obstruirse en su parte interna a causa de algún grupo de partículas, lo cual no permite el drenaje. Puede ser necesario irrigar el tubo con 5 ml de agua esterilizada.
En cuanto a los drenajes aspirativos debe vigilarse continuamente su buen funcionamiento.
- Antes de medir el drenaje pinzar el circuito.
- Asepsia rigurosa durante la manipulación (circuito cerrado).
- Curación cada 24 - 48 hrs o SOS.
- Resguardar esterilidad del frasco recolector y sistema cerrado.
- Registrar correctamente lo observado.
- Avisar cualquier alteración al cirujano.
- Retiro del drenaje:  Los drenajes conectados a la cavidad peritoneal se extraerán por orden del cirujano responsable en un período entre 3 y 7 días. En el caso de haberse establecido una filtración (biliar, anastomótica, etc.), el retiro se efectuará una vez constatado un bajo débito y establecido el trayecto fistuloso. En el caso de los drenajes no conectados a la cavidad peritoneal (sonda T, sonda de yeyunostomía), el retiro se efectuará una vez constituido el trayecto fistuloso que corresponde habitualmente a las 3 ó 4 semanas.

-  Los criterios que se deben tomar en cuenta en la visita diaria del paciente son:
1. Calidad del exudado:
  • Seroso
  • Serohemático
  • Hemático franco
  • Bilioso
  • Purulento
  • fecaloídeo
2.- Débito: Hay que tener en cuenta la cavidad que se está drenando y la calidad del exudado. Por ejemplo, en el caso de la Sonda T se espera que se drene entre 200 y 400 ml en las 24 horas.


Extracción del drenaje
La extracción en un solo tiempo es generalmente aplicada cuando se trata de un drenaje instituido profilácticamente.
La remoción por acortamientos sucesivos se utiliza en general, para los avenamientos de cavidades supurantes, cuando se desea que su cicatrización progrese desde la profundidad a la superficie.
Para extraer un drenaje previamente se pinza el tubo, se traccionan los hilos del anclado externo con una pinza y se sacan los puntos.
Respecto a los drenajes con gasa, si al traccionar de ellos no salen fácilmente, se ha de humedecer y luego con la pinza hacerla rotar y traccionar.
Actividades:
Preparar la bandeja con todo lo necesario.
Pedirle al paciente que respire profundo para distraer su atención mientras retiramos el drenaje.
Retirar durante la inspiración del paciente con un apósito para evitar derrame o salpicaduras y presionar unos minutos.
Limpiar con SF restos de secreción, aplicar antiséptico y finalmente cubrir con otro apósito limpio.
Retirarse los guantes.
Lavarse las manos.
Registrar.
Riesgos de los drenajes
Dentro de los riesgos que conlleva tener un drenaje es que e desarrolle una infección retrógrada, puesto que se comunica una cavidad limpia con el medio externo.  
Las probabilidades de contaminación e infección se verán incrementadas de acuerdo al tiempo que permanezca el drenaje.
Por otra parte el drenaje podría comprimir estructuras vecinas comprometiendo su vitalidad.
Finalmente, otro riesgo aunque infrecuente, es la dificultad de su retiro ya que puede haber quedado fijo a la sutura del cierre de la aponeurosis. En este caso, una maniobra descuidada puede acompañarse de la ruptura del drenaje y quedar parte de él en la cavidad.

Complicaciones de los drenajes
a) Falta de funcionamiento total o parcial. Se debe recordar que la gasa una vez embebida pierde su capilaridad y deja de actuar con suficiente eficacia. Los tubos deben ser de calibre suficiente y con orificios laterales.
b) Infección exógena de la herida.
c) Necrosis de los tejidos por decúbito de los drenajes.
d) Reacción al cuerpo extraño constituido por el material.
e) Arrancamiento involuntario del drenaje.


Prevención de infecciones
-Manipulación con técnica aséptica y precauciones estándar.
-La instalación debe ser por contraabaertura (no directamente en la herida).
-Todo drenaje debe estar conectado a un reservorio que permita recoger lo drenado y medir su volumen.
-Los reservorios deben ser estériles, cerrados y/o aspirativos
-En caso de desconexión accidental, se debe cambiar el reservorio, nunca volver a conectarlo ni reutilizarlo.
-Vigilar la mantención del circuito cerrado en forma permanente.
-Curación del punto de salida de los drenajes sólo debe realizarse si los apósitos o gasa se encuentran manchados o húmedos.
-Para el retiro del drenaje o si se requiere permeabilizar uno que se sospecha obstruido, se debe utilizar todo el equipo de protección personal de las precauciones estándar (mascarilla, gafas, delantal y guantes), higiene de manos con antisépticos (pre y post retiro de guantes) procurando en todo momento la mantención de la técnica aséptica.
-Las muestras para cultivo del contenido del reservorio o del trayecto del drenaje NO se consideran aptas ni representativas de una verdadera infección por lo que no deben ser tomadas de esta manera. Si se sospecha infección del lecho, tomar por aspiración con sonda nelaton estéril.
-No se ha demostrado que la prolongación de la antibioprofilaxis quirúrgica hasta el retiro de drenajes, reduzca la tasa de infecciones por lo que es una práctica que no debe ser utilizada.




Drenajes Pasivos
Les hablaremos de 3 tipos de drenajes pasivos:





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